Era carismático y feroz. Luchó por la causa afroamericana. No creía mucho en la integración de blancos y negros hasta que una peregrinación a La Meca cambió su perspectiva. Tras casi seis décadas, su homicidio sigue siendo un misterio.
¿Quién mató a Malcolm X?
Aristides
Cajar Páez
Malcolm X se acercó al micrófono. Hizo el acostumbrado saludo islámico: “Salaam Aleikum”. La multitud respondió “Aleikum Salaam”. De pronto, desde el fondo del salón se escuchó un alboroto. Se oyeron disparos. Malcolm X cayó de espaldas, malherido. Hubo más disparos.
La gente se tiró al suelo. Ya no había nada que hacer.La escena, contada por Víctor Lloret en la serie de podcast “Crímenes que cambiaron la historia” de National Geographic”, ocurrió el 21 de febrero de 1965 en el Audubon Ballroom, de Broadway, Nueva York, en un acto de la Organización de la Unidad Afroamericana, donde 400 personas habían acudido a escuchar al controvertido dirigente de la lucha por los derechos civiles.
El hombre ‘X’
Malcolm X nació como Malcolm Little en Omaha, Nebraska, el 19 de mayo de 1925. La temprana muerte de su padre sumió a la familia en la pobreza. La mala situación familiar, llevó a que su madre terminase en un hospital psiquiátrico. Así, Malcolm pasó parte de su infancia en hogares de acogida y con parientes.
Era un buen
estudiante, pero abandonó la escuela cuando un profesor le dijo, ante una
pregunta suya, que no creía que la abogacía fuese un oficio adecuado para un
negro. Mudado a Nueva York, terminó involucrado en robos y venta de drogas. En
el bajo mundo lo conocían como ‘Detroit Red’ por el color rojizo de su cabello.
Una condena
a diez años de prisión por robo, resultó transformadora para su vida. En la
cárcel conoció a la Nación del Islam, un grupo que reivindicaba el papel de los
afroamericanos desde la perspectiva de la religión islámica.
Malcolm
cambió sus malos hábitos, leyó cuanto libro pudo en la biblioteca de la cárcel
y tomó conciencia de las injusticias sufridas por los afroamericanos a lo largo
de la historia. También cambió su apellido. Según decía, “mi ‘X’ sustituyó al
apellido del amo blanco, ‘Little’, que algún diablo de ojos azules impuso a mis
antepasados”.
Una vez libre,
Malcolm X se convirtió en uno de los líderes más carismáticos de la Nación del
Islam, apenas por detrás de su líder, Elijah Muhammad, con quien Malcolm llegó
a tener roces. Se dice que cuando se unió al grupo, sus integrantes no pasaban
de 400. Tras su ascenso en la organización, esta contaba con unos 40 mil
miembros.
A diferencia
de otros líderes más moderados en la lucha por los derechos civiles como Martin
Luther King, Malcolm X creía en la autodefensa de los afroamericanos, la
supremacía negra y la segregación. Tenía además carisma y encendía a las
multitudes, por lo cual el FBI empezó a vigilarlo.
Cuando se
supo que Elijah Muhammad le había sido infiel a su esposa con sus secretarias y
había tenido hijos con estas, Malcolm se alejó de la Nación del Islam.
Peregrino y mártir
Viajó ese
año a Europa y África donde habló sobre los derechos humanos en las naciones
pobres. En 1965 fundó la Organización de la Unidad Afroamericana, un grupo no
religioso que promovía estas ideas. Sin embargo, las sombras del pasado ya lo
perseguían. Desde la Nación del Islam hacía tiempo que venían amenazas anónimas
y hasta el FBI sabía ya que lo querían matar.
Tras su
asesinato en Nueva York, en 1965, fueron detenidos tres miembros de la Nación
del Islam: Mujahid Abdul Halim, Muhammad Aziz y Khalim Islam. El primero se
declaró culpable, pero dijo que los otros dos eran inocentes. Pese a ello los
tres fueron condenados, aunque las dudas sobre la culpabilidad de Aziz e Islam persistieron.
En 2010, Halim fue dejado en libertad condicional, mientras que Aziz e Islam
fueron exculpados en 2021.
CNN reportó en 2023 que, en nombre de la
familia de Malcolm X, el abogado de derechos civiles Ben Crump había
interpuesto en febrero de ese año una acción federal acusando al FBI, la CIA y
la policía de Nueva York de “ocultamiento fraudulento de evidencia sobre el
asesinato de Malcolm X”.
Dentro de
esta acción legal, un antiguo guardaespaldas de Malcolm X señaló que la policía
impidió que su equipo retuviera a Halim el día del asesinato y que nunca fue
llamado a declarar.
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