martes, 28 de mayo de 2024

Historia Universal/ Simone de Beauvoir y ‘El segundo sexo”

 




Simone de Beauvoir fue una filósofa, escritora y activista francesa del siglo XX, que estudió y abogó por los derechos de las mujeres y es considerada como una de las principales impulsoras de la llamada “segunda ola” del feminismo, marcando muchos de los conceptos y características que definen este movimiento hasta la actualidad.

 

La revolución de Beauvoir

 

Aristides Cajar Páez

Un espíritu libre. Una mente brillante e incisiva capaz de agitar conciencias y provocar movimientos en muchas direcciones a la vez. Simone de Beauvoir es un personaje imprescindible del siglo XX cuya sombra se sigue proyectando en pleno siglo XXI. Beauvoir no deja indiferente a nadie y su vida y su obra siguen generando tantas pasiones, amores y odios, como lo hizo en su tiempo.

Beauvoir nació en 1908 en una familia de clase alta parisina en decadencia. Fue educada en colegios privados cristianos, lo que marcaría su vida y su obra. En 1929 conoció al también filósofo Jean Paul Sartre en la Universidad de La Sorbona de París, donde ambos estudiaban filosofía. Los dos establecieron una relación en la que el mayor valor era la libertad de cada uno, incluso en el terreno sexual. Buscaron un equilibrio que les permitiera gozar de esa libertad individual y al mismo tiempo poder estar juntos. Su relación duró hasta la muerte del filósofo en 1980.

Simone de Beauvoir tuvo la meta de ser escritora desde muy joven. Escribir significaba para ella un proyecto esencial de vida. Fue de alguna manera su medio para conocer y comprender el mundo y contarlo tal y como ella lo sentía y veía. Expresa su proceso de construcción de toda su vida, desde su niñez hasta su vejez, poniéndose ella misma como su propio objeto de estudio.

Entre 1926 y 1930 compone los llamados “cuadernos de juventud” en donde cuenta los primeros pasos de ese proceso de autoconocimiento y autoafirmación que le llevaría toda la vida. En 1958 publica “Memorias de una joven formal”, donde consolida los descubrimientos y reflexiones de esa etapa inicial de su vida.

En 1968 sale a la luz “La mujer rota”, donde cuestiona la aceptación pasiva de algunas mujeres al sometimiento frente al patriarcado. Esa actitud la denomina “mala fe” que es un concepto central dentro de la filosofía existencialista.

En “La Plenitud de la vida”, explica las razones de su rechazo al matrimonio y el por qué su relación con Sartre no estaba destinada a procrear o a prolongarse en otra vida.



El segundo sexo

Su obra más emblemática y la que la marcaría para siempre sería sin embargo “El segundo sexo”, publicada en 1949. Puede decirse que con esta obra se inaugura la llamada “segunda ola “del feminismo, distinta de la que se había experimentado a principios del siglo XX, conocida como “sufragismo”, precisamente por abogar por el derecho al voto para las mujeres.

Beauvoir afirma en El segundo sexo, que la lucha feminista es paralela a la lucha de clases, dentro de la concepción Marxista a la cual adhería. También analiza el concepto de “el otro” en donde se ubicaba a la mujer. “El más mediocre de los hombres se considera un semidios ante las mujeres”, decía. Ciencia, historia y mitología las definió como construcciones culturales que han hecho posible esta denominada “alteridad disfuncional”: a las niñas se las educa de manera diferente que a los niños, a estos se les fomenta la independencia y la represión de los sentimientos, esto es lo que ella define como “alteridad”.

El género es una construcción cultural sobre el sexo, dice. No hay una esencia femenina que caracterice a una mujer como tal.  La cultura y la sociedad son los que determinan los roles de esposa y madre, que no son naturales, asegura. “No se nace mujer, se llega a serlo”, según dice en una de sus más famosas frases.

Plantea el concepto de “conciencia feminista”, un término ligado a la “conciencia de clase” del Marxismo.

Beauvoir identifica al sistema patriarcal como la base sobre la que se sustentan todos los demás sistemas de dominación, como la raza, la clase social, la religión etc. Por tanto, sostiene que no puede haber verdadera liberación de las mujeres si no se destruye el patriarcado. La relación entre los sexos es una relación de dominación de los varones sobre las mujeres. El proceso histórico de sometimiento se revierte con la liberación de la mujer.

Y esta liberación se concibe a través de varios principios: en primer lugar, la mujer debe lograr una independencia económica. El segundo principio postula que debe tratarse de una lucha colectiva. Y se deben superar las restricciones que le imponen a la mujer la educación y las costumbres.

Beauvoir murió en 1986, a los 78 años y está enterrada junto con Jean Paul Sartre en el cementerio de Montparnasse, en París.


Referencia:

Beauvoir, S. El segundo sexo, prólogo de María Moreno, traducción de Juan G. Puente, Buenos Aires, Sudamericana, 1999.

 


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